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  Santiyi_28

  1.8 de 5 estrellas Compra verificada

  Mi Gsto muxo El residen nuebo, lo juge cuando era ñiñito xico, me dio miedo cuando salio el monoloco y tenia esas cosas en los cositos y quedé PLOC

  jugabilidad muy comoda, historia 10/10 y mucha violencia GOTY

  Si el sexo tuviera parte 2, definitivamente se sentiría igual que jugar esta obra maestra. 1000/10

  La neta pinche juego épico y la Ashley está bien hermosa
  
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  milearaujo1119

  2.5 de 5 estrellas Compra verificada

  Es un juegaso lo recomiendo bastante ya lo había jugado en ps pero me lo he comprado otra vez para pasar de nuevo el juego por que me encantó

  Es un gran juego, aunque aquí lo rompen el corazón a Leon por primera vez, vaya la sorpresa del personaje Superviviente. Te asustas? Si, por lo menos yo brinque varias veces y vaya que Mr. X es una pesado cuando te sigue y si lo haces enojar peor, Los puzzles son un show, especialmente cuando te pones ha hacerlo en un lugar no tan seguro y Mr X te llega. vale la pena jugarlo.

  muy bueno

  las físicas del balón son buenas, gráficamente se ve bien, pero al entrar en partidas multijugador te encuentras con muchos hackers y jugadores que tienen super velocidad en todos sus jugadores y lo peor es que no tienes dónde reportar a estas personas, así que si o si tienes que jugar con este tipo de personas que lo único que hacen es dañar la experiencia de juego de los que jugamos de forma correcta.
  
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  Pepeto

  3.4 de 5 estrellas Compra verificada

  Ta chidota el juego

  For The Emperor! Buena campaña y buen end game.

  god

  Space Marine 2 no es un shooter. Es una manifestación divina del exceso, un monumento de testosterona pixelada y glorioso metal imperial. Cuando lo inicias, no ves un menú: ves una declaración de guerra al aburrimiento, a los tiránidos y a la idea misma de sutileza. Cada paso que das suena como si mil soles rugieran de aprobación. Cada disparo es una plegaria en calibre .75. Cada golpe de tu Chainsword convierte la materia orgánica enemiga en una lluvia artística de carne y gloria. No hay “sigilo”. No hay “plan táctico”. Hay tú, tu fe y un océano de bichos que gritan en estéreo antes de ser purificados a ritmo de Heavy Bolter. El protagonista no tiene nombre: tiene presencia. Es tan ridículamente poderoso que podría usar un tanque como casco y seguiría pareciendo elegante. Su respiración tiene la densidad moral de un sermón. Cuando corre, los continentes tiemblan. Cuando cae, los herejes hacen cola para morir primero. Visualmente, el juego parece renderizado en pura energía del Trono Dorado. Cada armadura brilla como si estuviera pulida con las lágrimas de los caídos. Cada batalla es una pintura renacentista con 300 litros de sangre y cero misericordia. La música no acompaña: invoca. Space Marine 2 no se juega, se sobrevive. Es una misa en fuego cruzado, un poema escrito con metralla, una sinfonía de destrucción que deja a tus neuronas marchando en formación. En resumen: este juego no es una secuela. Es un exorcismo del alma. Y si no sientes el impulso de gritar “¡POR EL EMPERADOR!” después de cinco minutos, revisa tu pulso.